Hace unos días os comentaba que llevaba una semana bloqueada incapaz de hacer frente a ningún proyecto. Ya os podéis imaginar qué desagradable eso de querer hacer y nada... que no. Ahí me veíais plantada con todo a mano y sin saber qué hacer. Un asco.
Pero poco a poco voy progresando hacia la "normalidad". ¿Cómo? Haciendo algo tan sencillo como seguir vuestros consejos
- Distraje mi cabeza dedicándole tiempo a otras cosas que no tienen nada que ver con el ganchillo.
- El martes seguí la recomendación de María y me escape a disfrutar del mar en buena compañía, la de mi gruñón doméstico particular. Pero ni una "sorpresa"; por no haber no había ni bañistas. Es lo que tiene el norte.
- También he dedicado un tiempo a meditar, y poner mi disco duro mental en orden. Pufff desconectar sin el filtro del ganchillo es más complicado. De normal mi momento zen sucede mientras cuento puntos y sin darme cuenta... ¡TACHAAAAN! Desconectada. Pero a pesar de no contar con el ganchillo, he conseguido centrarme y poner algo de orden en el caos.
Y por fin...
El ganchillo ha vuelto a mi. ¡Ya se qué quiero hacer! :) :)
Mi camino empieza exactamente en lo más básico: hilo blanco y puntos bajos. Vuelvo a estar super motivada en un proyecto.
No hay comentarios :
Publicar un comentario